Todo lo que parece perfecto...peca de empalagoso..quizás porque son los defectos lo que nos divierten, los fallos ajenos los que nos motivan, las debilidades las que nos hacen ver a los demás como compañeros de viaje en este valle de lágrimas y no como petulantes hipócritas. Así que nuestra condición humana nos lleva a desconfiar de la felicidad prolongada.